Monday, February 18, 2008

 

Mandando al diablo al resto

Tenia 4 o 5 años cuando aprendí que no había escape o salida de la realidad, en esos días también aprendí que era la muerte, un par de años después el término "extinción" formó parte de mi vocabulario al leer sobre el dodo y enterarme sobre otras especies y lloré pues todos esos seres fueron víctimas de la estupidez humana y yo ahí sin poder hacer nada mas que llorar. Ecología, Biología, entonces quise ser bióloga e internarme para conocer todo aquello y hallar la forma de salvar a tantos seres vivos que nada tenían de culpa ni por qué pagar la vanidad y holgazanería humana... consideré ser cazadora furtiva de cazadores furtivos pues, hasta esta fecha, no sé por dónde le llaman deporte a la amplia ventaja que se ganan al apostarse tranquilitos con su equipo y armas para pegarle un tiro a un animal ya sea por su carne, y no por que no pudieran conseguir otra fuente de comida sino por que diablos se yo, o por lucir su cabeza embalsamada en alguna parte de su casa como una extensión de qué tan superior se podían sentir frente a los demás mortales que no habían hecho lo mismo, tristes remedos humanos.

Inevitablemente eso no fue lo único que poco a poco me fue ampliando el concepto utópico que había estado aprendiendo del mundo mediante historias ficticias y las que a la fecha ya no se si llamar "reales" pues valgan verdades, la historia que se enseña en el colegio está mas maquillada y remachada que actriz porno de 45. El punto es que la línea repetida era "el mundo ES así pues, TIENES que acostumbrarte".

Y quizás fue un poco mi abstracción o falta de atención pero no entendía. De qué servían las repetidas promociones de "sinceridad" si es que era muy probable ser censurado y/o castigado si es que uno expresaba lo que realmente sentia? Para que diablos remarcaban la importancia del esfuerzo por mérito propio si a vista y paciencia todos bajaban la cabeza o sonreían condescendientemente ante casos de favoritismo con billetera o apariencia? Cómo ratones se atrevían a resaltar esa línea de "todos somos iguales" (ante dios y el estado) si sin el menor cuidado hacían despliegues de discriminación de diversa índole? Que alguien me lance el libreto por que yo ya perdí mi linea en este espectáculo.

Aun así jugué la carta de mandar al diablo al resto, en buena parte por que no veía por que tendría yo que entenderles más pues aparentemente, no me reportaría mayor utilidad. Así seguí en esa marejada de contradicciones encontré fuentes de distracción dentro y fuera de casa, usé algunas y vi a otros abusar de otras. El mundo que me había creído de chica aún existía en una cajita y mostraba en diferentes ratos del día en historias de media, una y dos horas. Era feliz, hay algo a qué aferrarse, algo coherente y... NO! no me digas que es sólo la televisión pues eso ES real, no me rompas otra vez la ilusión... aunque poquito a poco, una vez mas, me di cuenta que las deformaciones también estaban en esas cajitas. Clasificaciones, determinaciones, inmutabilidades, un reflejo de la basura en la que se iba hundiendo todo, era una simbiosis entre esas dos realidades. Los lindos serán los ganadores, los feos seran los perdedores. La chica bonita es un pan de dios y a la gorda morocha mejor que se la lleve el tren (y si es por debajo, mejor).
La anoréxica rubia de plástico sonreía en cualquier locación y empleo al tiempo que su siempre sonriente eterno novio de porte similar estaría ahí esperándola siempre, un modelo de tal cómo todas las niñas buenas deben ser con el prototipo de hombre que conseguirán mientras más se parezcan a ella. Muestra tus dientes pero no tu corazón. Nunca me pareció que debía ser así pues para empezar, ni me interesaba ser rubia ni tener novio para ser feliz. Yo era feliz trepándome a un árbol, corriendo, jugando, leyendo y con música para que diablos meterme en algo que nisiquiera me llama la atención ni mucho menos entiendo? en fin, el punto es que pasé años distraida, tratando de ignorar lo que aquí pasaba, entre mandando a volar al resto y refugiándome en historias alternas.

Inevitable fue el momento en que, de tanto cerrarle la puerta al invierno, la nieve se acumuló en mi puerta y la derrumbó, dejando entrar la luz y permitiéndome ver la miseria e inmundicia en la que me había abandonado por no querer salir a enfrentar lo que había afuera.
Lo que creía un suntuoso castillo era un triste cuchitril atiborrado de cachivaches con títulos y nombres, las ventanas que tanto me negué a ver estaban cubiertas de parches mal cortados y mal dibujados que había pegado, aunque siempre lo hacía cada vez que había que arreglarlos. Al apoyarme en las paredes las noté hechas de retazos de basura y mientras iba reconociendo las costuras que alguna vez hice estas se fueron cayendo poco a poco...
No habian armaduras, mucho menos armas, la gran fortaleza se desvanecía pues nisiquiera era algo sólido para derrumbarse a medida de que yo, poniendo al lado ese temor que tuve por tanto tiempo, aceptaba mi responsabilidad en todo lo dicho y hecho así como en mis omisiones, dejando que todo se fuera cayendo para enfrentar lo que tanto temí por todo ese tiempo. Había tomado esa resolución y en el fondo, sabía que ya no había nada que perder, ni castillo, ni armadura, ni reino ni nada. Todo el tiempo sólo había sido yo y nadie mas en ese lugar, todo lo demás fueron títeres y marionetas con las alimentaba mi ego y mimaba mis caprichos.
Al fin le estaba haciendo caso a esa vocecita que todo el tiempo me recordaba que no podía estar evadiendo los hechos, que no tenía por que tener miedo, que todo ese armatoste era una mala mentira que ni yo me la creía completamente.
Para cuando todo se termino desarmar, me di cuenta que afuera no había nada realmente que hiriera, que todo el tiempo era mas yo misma castigándome por cosas que no me quería perdonar a pesar que sabía que eso no regresaría mis errores ni mucho menos haría sentir mejor a las personas a las que falté. También noté que en sí todo eso ya había pasado y las consecuencias no me habían quitado realmente nada importante, aún conservaba mi vida, mi libertad de consciencia y a pesar de todo, aún contaba con el afecto de las personas que estuvieron conmigo desde el inicio así como de otras que, por muy grandes que yo viera mis propios defectos, podían ver que tenía virtudes. Entonces me dije, "ves?, sabes que no eres perfecta, y eso está bien, no significa que te duermas en tus laureles sino que siendo consciente de esto ya no cometas las mismas sandeces!, en el fondo sabes que eres una buena persona, sé consciente de ello más seguido!".
Fue entonces que di mi primer paso y me comprobé una vez más que muchas veces era más la tragedia y el drama que uno se armaba lo que provocaba las "heridas" y las mantenía "abiertas" pues en sí, nada es "personal" aquí. Inclusive las acciones deliberadas de una persona a otra, a menos que se trate de una amenaza provocada por un@, lo más probable es que los ataques sean una expresión de la bronca personal que el atacante tiene consigo mismo pues hay algo en nosotros que le hace recordar dicho conflicto y en su intento de evitar la confrontación interna, opta por el facilismo de echarle la culpa a alguien más. Así se me fue también el gusto por los halagos, pues de la misma manera, en lugar de retenerlos como míos ya comencé a devolverlos pero con sinceridad pues la gente no había hecho otra cosa que reconocer aquello hermoso de sí en otra persona, que en este caso sería yo.

No hay más motivos para "refugiarse"... la sensación de la lluvia, la nieve, el río, el sol, cada ruido y canción se hacen tan agradables como un@ se permita percibirlos si se abre honestamente.
Nisiquiera por qué andar esquivo, calculando con precisión cada movimiento y palabra para orientar todo hacia lo que un@ cree más conveniente pues, llámenme cándida si quieren, la vida arma mejor las cosas de lo que un@ mism@ jamás podría concebir. Pensaré en retractarme el día que salga a la luz un artefacto creado por el ser humano comparable a cualquier ser vivo en todos sus aspectos.

En este estado tan animado, con toda la energía del mundo concentrada en cada célula de mi ser miré alrededor y ratones, me pasmó la inercia de la gente.
En cierta forma comprendí pues yo también había estado en la misma inercia, dejando la modalidad de piloto automático por más de una década haciendo las cosas básicas que se esperaban de mí sin mayor problema ni complicación pues en mi madriguera personal, yo estaba en mi refugio seguro y nadie podía tocarme.
Vi inercia por miedo pues cada vez que trataron de ir por otro lado siempre hubo quien le gritaba "TE VAS A MATAR! TE VAS A CAER! TE VA DOLER!!!" y si alguna vez cayeron esas mismas voces se repitieron haciendo más intenso el dolor.
Vi inercia por costumbre en tristes ojos que repetían el ritual sin atreverse a preguntar por qué, simplemente lo seguían quizás con la esperanza de entenderlo algún día y que ese día tal vez entendieran de qué trataba toda la cosa.
Vi inercia por obligación en ojos que irritados y con gritos ahogados querían salir pero ya se habían creido estar tan fijados en ese ritual que no hacían más que darse de codazos con todos alrededor suyo.
No faltaron los que que seguían las cosas por culpa pues hasta donde habían oído o les habían enseñado la culpa se desvanecería si cumplían su condena o quizás creyendo que se merecían sufrir de esa manera.
Los peores eran quizás los que prefirieron seguir la corriente postergándose a sí mismos con la esperanza de hallar su propia corriente una vez terminado un periodo indeterminado en dicha ruta, eran los peores pues muchas veces nunca volvían a encontrar el hilo que los conducía hacia su curso inicial o cuando al fin encontraban la salida, consideraban que ya estaban demasiado gastados para tomar su ruta inicial. Se diluían en el camino y terminaban asimilando como "suyo" lo que aceptaron a medias para conseguir lo que inicialmente querían.

Entonces quizás me di cuenta una vez más que no había forma de explicar ciertas cosas. Recordaba haber leído y escuchado, durante mis días en ese estado, discursos que si bien eran comprensibles, no había entendido ni la mitad por lo que ahora sabía con lo vivido. No se le puede explicar completamente un sonido a alguien que se tapa los oídos por temor a que se vaya a quedar sordo. Así estaba yo y creo que mucha gente: tenemos los elementos, sólo que se opta por no usarlos y el motivo más común es el miedo, y no un miedo a algo concreto (miedo a que un tiburón te coma es racional pero creer que siempre que vayas a entrar al mar te cogerán de entremés ya es paranoia) o un miedo "racional" que se supera con la saludable confrontación, sino una maraña de leyendas y dogmas que con tanta confusión invitan al terror o a la apatía del caso. Sea cual fuere, el resultado es el mismo, la gente sigue la misma ruta con la promesa de un final feliz no más certera que cualquier otra opción, sin saber por qué ni tomándose la molestia de preguntar en voz alta y exigir por una mejor respuesta que "las cosas son así".

Es por eso que hablar de estas cosas me parece un poco redundante. Podría pasarme horas de horas tipeando y hablando pero en el fondo sé que si las mismas personas no han resuelto sus rollos internos el efecto será más semejante a un placebo que cualquier otra cosa pues la cura a todos esos vacíos está dentro de cada quien. Sólo tienes que confiar en tí mism@, aceptarte como eres y seguir para adelante con la mejor voluntad que aquella vocecita sabia de tu cabeza, esa la que no tiene miedo y todas las veces te dio la mejor opción, te diga... pues esa vocecita eres tú mism@, asi que deja de postergarte y vive tu vida que nadie la va vivir por tí de la manera que tú deseas.

Comments:
Todo un mensaje de vida!! Hay que vivir la vida para resolver este tipo de cosas. Te felicito, has resumido en pocas líneas el gran misterio de la buena vida.
 
Post a Comment



<< Home

This page is powered by Blogger. Isn't yours?